Cuando no creemos, hacemos a Dios mentiroso, y nos convertimos en desobedientes. En 2 Reyes 17:14 dice: ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios ante la falta de fé el resultado es destructivo. Recordemos la palabra; "sin fé es imposible agradar a Dios".